Babasónicos - Miami (1999)






Miami está en todas partes… es el aire acondicionado, que nos brinda el neoliberalismo” (Dargelos)


 Babasónicos a partir de Miami generan un vuelco en su carrera. Muchos sostienen que ese giro se produce con Jessico, pero lo que sucede con ese disco, en mi opinión es consecuencia de lo que ya Miami plantea. En este disco, la banda comienza a elaborar una imagen (o discurso) que los hace, definitivamente, pasar de ser una banda alternativa a un referente dentro del rock argentino. Esto se debe a que ya consolidan el espacio que se buscaron hacer siete años antes, y esto lo logran creándose un imaginario, que comienza el año 99 y que perfeccionarían en la siguiente década.

Por ese tiempo, ya había pasado el boom del rock latino auspiciado por el MTV, “lo alternativo” daba paso a una generación de bandas (a nivel mundial) que encarnan muy estereotipadamente las referencias de la década, dentro de lo cual Babasónicos pretende desmarcarse, precisamente re inventándose para no caer en una auto-parodia.  Por otra parte, en Argentina se comenzaba a vivir la gran crisis política-económica que desencadenaría en los hechos de Diciembre del 2001, y la coincidencia es que sería el último disco que graban con la Sony, luego de ese contrato firmado en el 92 por cinco discos. En este sentido, el contexto donde se genera el álbum es sumamente interesante, está cruzado por variadas cosas, en donde el exterior social y político, ya no es un simple afuera.

Miami es una profecía, es como un relato por-venir que desnuda a una Argentina corrompida y al borde de la crisis, en las antípodas del menemismo. Es un disco que busca un respiro, una salida, a la vez también es un disco que se podría catalogar íntegramente como anti-menemista y anti-neoliberal. Sin embargo, hay que tener cierta precaución, Babasónicos no es una banda como la Bersuit, pues las letras hablan en su totalidad –aparentemente- de relaciones amorosas, eso sí, trágicas y opresivas, y musicalmente hablando no contiene una furia, ni punk ni heavy, como para sostener que ahí se encuentren una actitud que es propiamente contestataria a momentos sociales o políticos. Toda esta última cuestión remite a una discusión que trata de entablar la banda, por aquella época, que si bien ya había sido instalada tangencialmente en los discos anteriores, pareciera que acá se hace temática. La discusión es en contra del rock con mensaje, el rock entendido tradicionalmente con contenido social o político, que instalaría un discurso codificado, como aquel que nos entregan por ejemplo los Media y los aparatos culturales institucionales, que no crean otro discurso, simplemente trasladan los discursos políticos standard a la música. La operación que Babasónicos trata de realizar con Miami es de una política que prescinda del mensaje, para propiciar un viaje plenamente sonoro, utilizando múltiples texturas, sonidos, capas instrumentales, variados estilos a nivel musical; y a nivel lírico, las frases que adornan las canciones nos confunden, instalando como referentes no la entrega de un mensaje consciente, sino que mayoritariamente la seducción y la confusión. Pasas de contradicciones a contradicciones, del reviente a la melancolía, del amor al desamor, de la velocidad a la lentitud. ¿De qué otra forma una banda de rock podría no colaborar con lo establecido sino es de esa manera? 


 Miami es el disco más político de Babasónicos, pero a su manera, con sutileza, con ironía, con sensualidad, con psicodelia, crea otra política, otra salida, partiendo por la instalación brutal que significa la portada del álbum. Ubicas a la Argentina de fin de siglo en lo que podría ser Miami. Es un pequeño gesto, muy sutil. Tanto como el inicio del álbum con 4 am que plantea que es preciso escapar de la casa aquella, de una casa apunto de estallar en llamas. Esa casa no es sino la Argentina de esa época, 4 am abre el álbum, en donde la banda se plantea una fuga, un respiro, a riesgo de pasar por las diferentes experiencias a que remiten estas canciones. Es un disco largo, pareciera que se propusieran hace “la obra”, “el disco”, me parece que hasta cierto punto lo consiguen. Quizás nunca más Babasónicos sonó tan accesible y complejo a la vez, tan románticos y fumados a la vez, tan electrónicos y rockeros a la vez, siempre en una polaridad radical. Un disco de tan extremos contrastes es Miami. Un disco pluralista musicalmente hablando: un disco de amor, un disco social, un disco bailable, un disco político, un disco en joda, un disco fumado. O podríamos decirlo en estas otras palabras: hay trip-hop (Drag Dealer, Mal Viaje), hay rock pesado (El Shopping), hay boleros sicodélicos (El Ringo, Casualidad), westerns fumados (Colgado), sicodelia por sí sola (Grand Prix), pero también corridos mexicanos rockeros (Desfachatados), folk (Valle de valium), funk-electro (Paraguayana) y así géneros musicales inclasificables.

Haciendo un repaso de las canciones, uno podría partir por cierta cuota de marginalidad que está instalada en el álbum, como por ejemplo con personajes de la calle, como en Drag Dealer, en donde Dargelos encarna a este transformista que pareciera estar diciéndonos que todo está en crisis, cómo si se necesitase de una figura de este tipo para describir el exterior social. Uno no puede sino pensar en que la banda te quiere decir algo, como en Combustible, hay gente quemando el dinero, mientras necesitas la droga para sentirte bien. El Shopping nos plantea que nos creen tener bajo control, y sutilmente Dargelos nos dice: “yo fumo bajo el agua”. Aún así, este tema debe ser uno de los más directos que hizo la banda, es el más declaradamente anti menemista (quizás con los temas de Groncho), pero también te sentencia el fin de la historia, el fin de siglo, y el “puro aire acondicionado” del capitalismo mundial integrado o la globalización. Otro tema más zarpado es El sumum, uno de los singles del disco, donde se trata de dar alguna imagen de lo más pútrido del menemismo, lo que ellos definieron como lo “moncho vip”, lo “grasa”, que no vienen a criticar desde una distancia, que siempre es moral, sino que la tratan de encarnar para llevarla a un límite. Mucho más radical es esta cuestión con El Playboy, tema íntegramente dedicado a Menem: “sonrisa de ganador, goza lo prohibido, affair del gran playboy”. Con influencias de la música basura de los 70, la canción es una sarcástica aproximación a lo grasa y a la crisis económica, proveniente del neo-caudillismo que encarnó Menem por esa época. La canción comienza con una frase de la sexy actriz argentina Coca Sarli, personaje que alude al cine basura de los 70 en la Argentina de la Dictadura. La cita secreta que ven Babasónicos entre ese pasado con aires de superficialidad cultural, de fines de los 70, parecieran estar más que presentes en los años del menemismo. Así como la Coca Sarli, también Armando Bo es nombrado en Paraguayana.

La sensación de fin de una época tiene una contraparte en una canción como La roncha, con hermosos arreglos de cuerda, la banda se pone a experimentar con una canción tipo Odessey and Oracle de The Zombies, pero la letra señala “como se diluye el porvenir”. Hay que decir que Miami encarna no lo más experimental de ellos, sino que la versatilidad que Babasónicos pudo llegar,  tocan de todo, desde arpas, flautas, xilófonos, y otra infinidad de instrumentos. Lo fenomenal es que todos esos instrumentos los tocan ellos mismos. Dargelos ha dicho que Miami estuvo influenciado por discos como Pet Sounds o el ya nombrado Oddesey And Oracle. Instrumentalmente, debe ser es el mejor disco de Babasónicos. Versatilidad que se prueba en una canción como Paraguayana, donde se crea un referente dentro de Babasónicos, de cierto tipo de canción, que luego encarnaría en Delectrico, Suturno, Pistero, Microdancing o la más reciente, Muñeco de Haití. Temas que encarnan el lado funk-bailable de la banda, acá es Dj Peggyn encargado del “scratch control”. Es realmente un temazo, entre el riff funk de Roger, los samplers de Tuñon, y la letra ácida de Dargelos, que entre medio de vibras y bailes, se pregunta por la Nación: “la nación, la nación... se pregunta quién es él”. Como si el contraste se quisiera hacer mucho más potente, luego de Paraguayana viene Valle de valium, quizás el momento más alto del disco, el lado más folk de la banda, que quizás alcanza su punto culmine. Una letra del viaje en valium, también una oda total al viaje sensorial, en otro momento dedicado a Víctor Jara. Lo increíble, es la sucesión de melodías, tanto de la atmósfera lograda en la canción, el juego vocal de Dargelos y la guitarra de Roger. También folk, pero más sicodélica es Grand Prix, tema compuesto y cantando por Mariano Roger, se pasea por un tema recurrente en Babasónicos, la cuestión de la velocidad, de la intensidad, del grado cero de experimentación. Como si de una novela de Henry Miller se tratara, Roger nos transporta a un estado otro de ensoñación. Otra de Roger es El Ringo, acá cantada a dueto con Dargelos, es una historia de una pareja que sobrevive a la catástrofe exterior. Con un arreglo bellísimo de un xilófono, la canción plantea ya los primeros acercamientos de la banda a la canción romántica latinoamericana. Y si hablando de romanticismo se tratara, pareciera que en Miami comienza este acercamiento de Babasónicos a la canción de este tipo, que lograría su consumación en Infame, está en El Ringo, pero también en Gustavo Show, otro dueto entre Dargelos y Roger, donde el quiebre de una pareja se transforma en un talk-show. En ambas canciones, la emoción es lo fundamental. Cuando uno se enamoró de Miami, pasó siempre por este tipo de canciones que el álbum trabaja.



La veta electrónica en el disco es sumamente importante también, está presente en los dos instrumentales. En la genial Bardo de estrellas, composición de Tuñon y Dj Peggyn y la electrónica western de Colgado. Pero pervive sobre todo en los temas más trip-hop, como ya en la comentada Drag Dealer, pero también en Charada, donde la letra rememora a un Bryan Ferry, un drama sexual encarnado en la figura de una femme fatale que desea ser atada a la cama, con sus propias medias de nylon, todo esto con un increíble arreglo de trompeta (lleva tu civilización a otra parte); mucho más calma y dramática, en ese sentido, es Mal Viaje, una épica del desarraigo, del escape radical, una mala línea es la condena que trae la canción. Pareciera que acá pasamos del derroche del deseo al límite del exceso, a la mala línea tomada. Como decíamos, es parte de Miami, estas dieciocho canciones parecieran querer introducirnos en una experiencia radical, donde prácticamente ocurre de todo. Desde la abertura con 4am donde se nos pedía que abandonáramos la casa, imperiosamente había que huir, desde ahí ocurrió de todo, hasta el cierre, que no sería casualidad que Casualidad hable de un encuentro fortuito, como si todo lo vivido en este álbum, todo lo entregado por estos siete músicos se condensara en este cierre precioso. Una de las canciones más aclamadas de la banda, la más lograda en el querer encarnar la canción con raíz latina, los arreglos de vientos hermosos, la voz de Dargelos quizás nunca sonó más nítida, una guitarra acústica donde cada nota está en su preciso lugar. Decir que es un buen tema es poco, el cierre no podía ser de mejor manera.  

Miami es el disco que cierra y abre una época para Babasónicos, y también, para la Argentina de esa época. Para muchos con este disco lo más grande de Babasónicos jamás volvería, el riesgo sonoro, la provocación, la versatilidad, la experimentación, todo esto moriría con Miami. Entre otras cosas no es menor un detalle, es el último disco de Dj Peggyn, que a esta altura encarna simbólicamente la época noventera de Babasónicos. Sin embargo, todo lo otro son conjeturas, de cierta forma algo acá comienza más que terminar. Creo que los discos antes de Miami son lo más experimental de ellos, pero son más bien el comienzo de la búsqueda por encontrar su propio sonido, son experimentaciones por eso mismo. Miami es el iceberg de esa búsqueda, hay un antes y un después de este álbum. Y sí, digámoslo, es el mejor disco que grabaron alguna vez.


* Artículo publicado el invierno del 2011 en la Revista Spazz. Como parte del especial a la banda Babasónicos. Ver el especial acá: http://revistaspazz.com/06/especiales/babasonicos_portal.html